lunes, 30 de junio de 2008

TOUR A LA INFANCIA...

Lunes otra vez... el clima no se decide... que lluvia, que sol, que nubes... estoy dudando sobre el artículo que lo define, presentaré un informe para analizar si estaríamos frente a una nueva regla para la real academia, estamos frente a un nuevo fenómeno??, el clima, será 'la clima'??.

Aunque considerando que la histeria llegó al sexo masculino, no sería de sorprenderse que el capricho, la indecisión y por qué no, el mal humor de esos días muy nuestros, llegara también a ese género.

El viernes fue un día solitario, pues estuve todo el día sola en la oficina, tuve que ir a la panadería en busca de alimentos, pues tiene un mínimo para los envíos, y como estaba sola no llegaba al mínimo, otras de las desventajas de estar solo es que no te llevan la comida a domicilio??, mi cuadro de VENTAJAS y DESVENTAJAS sigue sumando ítems.

Una vez llegada a 'La Exposición' (nombre de la panadería), me encuentro con varios personajes, nunca un nombre mejor para un local donde la espera se torna un esenario... en el mostrador había una chica, muy alta ella... una mezcla de paquita y cantante de Locomía, no podía definir el perfil pues para paquita le faltaban las dos colitas y para Locomía el abanico... pero tenía unas botas blancas que le llegaban por encima de las rodillas, era imposible que pase desapercibida, dos metros de altura y con esas botas!!.

Botas blancas muy llamativas, con mi modesto metro cincuenta y cinco me veía viviendo en una de las botas, jajaja. Había un cuento que me leían de chica donde los protagonistas 'unos ratoncitos muy simpáticos' vivían dentro de una bota, y volviendo a los cuentos... creo que podríamos decir que este personaje rozaba el del Gato con Botas.

Volví a la oficina y almorcé sola, llegada la hora de volver a casa, llevé unas carpetas a la oficina donde estaban recluídos todos mis compañeros, camino mediante, una señora mayor me dice... puedo cruzar con vos??, teníamos que cruzar la 9 de Julio, dicen que los argentinos tenemos la más larga y la más ancha... pues nosotras teníamos que cruzar la más ancha.

Junto a la señora emprendimos la cruzada, cual Corazón de León, le hice el aguante, primer tramo... un éxito, segundo tramo, otro éxito, tercer tramo excelente, cuando nos estamos despidiendo, gracias querdia, de nada señora... adiós... siento que detrás mío alguién se cae, sí, era la señora, menos mal que un policía la levantó, y pude rescatar sus anteojos, muy entera, muy coqueta dice... estoy bien, se rompieron??, no... están perfectos... y me mira y me dice... 'con lo bien que veníamos', cuestión de actitud?!?!, se levantó y siguió camino. Dicen que un tropezón no es caía... pues ella se calló, se levantó y siguió... una grossa!!.

Como el sábado nos íbamos (con mi familia) a San Nicolás de los Arroyos (donde mi hermano), con Sofi hicimos un rally para llegar a tomar el Chevallier a Campana, pues anunciaba niebla (nuevamente mi amigo personal). Como suele suceder llegamos corriendo a la parada y delante nuestro pasó el Chevallier... lo perdimos!!, a esperar el próximo. Llegaron dos juntos, querés uno, tomás dos. Nos subimos y comenzó la odisea.

Una vez llegadas a la ruta... no se veía nada, la niebla se nos adelantó y deseando que vuelva con Pedro, Heidi y Abuelito dime tú... por qué niebla vino y no se va!!. Llegamos cortando clavos, un chico que venía sentando atrás nuestros decía... 'llegaremos?', frases poco felices si las hay!!. Abuelito dime tú que sonidos son los que oigo yo... que se calle, y más allá de sus palabras desalentadoras... llegamos. Dime por qué yo soy tan feliz... porque llegamos fue mi respuesta interior.

Llegamos, cenamos, comenzaron a llegar adolescentes amigos de mi hermano menor, que ya no es tan menor, están enormes, junto con mi mamá y Sofi nos vimos desplazadas. Tuvimos que ir a ver tele al dormitorio de Hellen quien a esa altura ya se había dormido. Nos tiramos todas en la cama y supe de dónde viene mi 'Mejor Imposible', pueden creer que dormida y todo, mi madre acomodó los almohadones??. Sí, acomodó los almohadones y nos desplazó de la cama. Producto de un desplazamiento generalizado no nos quedó otra que irnos a dormir.

Sábado por la mañana, nos tocó juegos varios, nos tocó juegar a los pecesitos con mi sobrinito, una risa, un grosso, me dictó toda una lista de requerimientos para el día del niño que iba desde plasticolas de colores hasta el Crazy Gorila (juguete que no podemos encontrar en las jugueterías y que no para de salir en el Discovery Kids).

Almorzamos y llegadas las 15:00 emprendimos el viaje a San Nicolas, cargamos nafta y pasamos por la casa de mi hermano (otro, somos muchos, jajaja) a dejar unos libros de cuentos para mis otros sobrinitos y unas verduritas para sus padres.

Salimos a la ruta, una de camiones, colectivos y autos... a todo el mundo se le ocurrió ir a pasear??, o será que recién abrían la ruta pues la niebla tenía todo cerrado. Entre la niebla y el campo (nuevamente el campo)... no hay respiro para los cortes de ruta.

Mates, música, tópicos varios, Carola bajá la velocidad... y demases... llegamos, llegamos y nos perdimos, nuevamente nos perdimos en la entrada para llegar a la casa de mi hermano mayor. Luego de unas vueltas logramos dar con los Juncos. Nos anunciamos e ingresamos al barrio. Nos estaban esperando, con mate, pan de chicharrón, tortas, bizcochos... somos una familia amantes del buen comer... y vemos el Gourmet.

Mi hermano, mi cuñada, mis sobrinos y Chamo (el perro), nos atendieron cual spa, nos pusimos las pulseritas y comenzó nuestro tour gastronómico, que lomitos, que morrones, que almendrado con un baño de chocolate Águila, que Fernet con Coca Cola, que té, que chocolatitos con Carrera de Mente, aclaración... el trío Sofi, Flopy y quien les escribe fue el ganador, frente al de Marian, Pancho y Nico... fue como volver a Boston en aquella navidad blanca, en Diciembre del 2002, de ese viaje volví redonda, literal!!, fue un viaje dónde el frío daba para alimentarse, recorrer y vivir una navidad diferente.

El sueño de mi papá hecho realidad, la familia unita (salvo por uno de mis hermanos y su esposa que no pudieron viajar), y una navidad blanca... éramos los Ingalls. Hicimos familia, familia y familia, es que a las 16:00 era de noche, y el frío y la nieve no te permitían desplazarte, fue un Gran Hermano, menos mal que la casa era grande, jajaja.

Una de las tardes fuimos a un parque donde hacen trineo... terminamos con una guerra de nieve donde ni Hellen ni Peter quedaron a salvo, una risa, si había alguna disputa o celos que venían acarreados desde la infancia, por una muñeca que apareció escrita o un autito que no me prestaste, o por la noche que no me dejaste salir y era 'la noche...', ahí quedaron las cuentas saldadas, pues no hubo piedad a la hora de arrojar las enormes bolas de nieve.

Volviendo a San Nicolas, hubo anécdotas, metegol, pollito, choripaneada, mandarinas, otro recuerdo, cuando éramos chicos, jajaja, para fastidiarnos nos tirábamos el jugo de las cáscaras de mandarinas, y llegábamos al colegio con un olor a mandarina impresionante, y en esa época los perfumes cítricos no eran fashion, jajaja.

Entre recuerdo y recuerdo, entre risa y risa pasamos un fin de semana hermoso. Mis sobrinos enormes, caminamos, jugamos, vimos fotos, por la tarde, ronda de mates con facturas, nuevamente las de dulce de leche y azúcar impalpable...

A las 16:45 juntamos los bolsos, cargamos el auto y volvimos a Campana, llegamos y cenamos pizza con mi hermana, su marido y mi sobrinito, Crazy Cammel, Pecesitos y jueguemos en el bosque y a los tres chanchitos, me tocó ser el lobo, jajaja.

A las 22:00 vuelta a la parada del Chevallier, subimos y volvimos a Buenos Aires, y acá estoy... otro lunes... otro relato... otro mate... y se viene otro almuerzo.

Besos

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