martes, 17 de junio de 2008

VIAJE AL SUR... EPISODIO DOS...

Llegada a la terminal de Bariloche y recibida por amigos, partimos rumbo a Colonia Suiza, al restaurante Aire Sur, se los recomiendo, se come muy bien y los dueños son mis amigos, así que si van a Bariloche, no pueden no ir a Colonia Suiza a probar la comida de Caro, y el té con torta, está atendido por una familia no Goye que se cae de onda (mis amigos).

Hicimos una parada estratégica, pues el Chino tenía que llevar sus esquíes para que le pongan las fijaciones, acción que indica que estaba por abrir la temporada y yo no me llevé mi pantalón de esquí, de todos modos, la nieve la ví desde un auto y desde la ventana de mi departamento, pues no hubo tiempo de ir a hacer angelitos debido a la demanda de atención que llevó poner a punto el inmueble.

En Colonia estaban todos de festejo, Mateo cumplió cuatro años, sí cuatro, que grandes... cuando me fui era un niño muy pequeño que señalando al señor de la mudadora me decía entre lágrimas... 'la cama, Mana, la cama'... y ahora ya con cuatro años va solo al jardín y no deja que lo acompañen, jajaja. Un grosso.

Ahí estábamos, rodeados de niños, que manera de reproducirse, será que estamos grandes??. Qué pasó con era de Wilkenny, de Pilgrim, de Cerebro y Roket ni hablar. Cómo pasan los años... nos vamos poniendo viejos...

Rodeada de amigos y de niños, comimos comida de cumpleaños, caía agua nieve y llegó el momento de emprender camino al hogar, al hogar de Cintia y Pablo que me dieron alojamiento, alojamiento y la pulsera del All Inclusive, esa noche cenamos con Cuchi y al día suiente, Bruno preparó asadito en el hogar de Paila Hue, que lindo, que rico, nuevamente amigos y rica comidita para empezar el domingo 8.

Domingo 8, luego del amuerzo... la modorra... y desde ese domingo al 15, no paramos, llevar y traer muebles, limpiar, llorar (es increíble el grado de sensibilidad que puede producir el movimiento), evidentemente lo mío es la quietud, jajaja.

Unas noches en Cintia´s house, otras en Natalia´s house, en el mono, mono que inundé al lavar dos tazas y un mate, sí, pueden creer que de los dos lados de la bacha vengo lavar en el lado donde se salió el caño??.

Entre las idas y venidas, menos mal que contábamos con el Uno de Cin porque hubiera sido terrible hacer todo caminando con las subidas y bajadas y mi poca aptitud física para la escalada, como les decía, entre idas y venidas, fuimos a conocer al bebé de Angie, tomamos mates, comimos y comimos, que manera de darle a los panificados.

Me reuní con varios de mis amigos, siempre con la agenda a pleno, fuimos armando un schedule con horarios asignados a los distintos jugadores. Cuestión, que todo era motivo para reunirse a comer, pues eran los horarios en los que parábamos. Paty´s y choris en la casa de Marian y Gonza, desayunos, almuerzos y cenas en lo de Cintia y Pablo, desyunos con Nati, desyunos con Moni y Fede, almuerzo con Chunchu y Enrique, una cervecita con Mapy, cena en lo de Pato y Mario, cena en lo de Tizi y el Chino, almuerzo en Colonia con Caro y Leo (cuando fuimos a buscar la heladera y la cama), sumados hijos, hijas y amigos.

Todo cronometrado, todo con el tiempo justo, haciendo fuerza para que Matilda nazca antes de que me vaya... Pueden creer que una vez en el cole de vuelta me llega un mensaje... 'nació Matilda, ella y Tizi están muy bien', como si hubiera esperado a que me fuera para salir.

Y falta, todavía falta... todo lo que uno puede hacer en una semana, donde 'mi amigo personal', el clima también tuvo que estar presente, pues me regaló días de lluvia, de sol, de frío, de amor y de sombras.

Besos

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