jueves, 26 de junio de 2008

PIENSO EN VERDE...

Luego de dos días sin escribirles... he vuelto al teclado. Estaba cero inspirada, cero motivada, cero... dicen que cero es mejor que light... vaya uno a saber por qué??. La cuestión es que después de unos té Vick Forte con miel, recuperé el entusiasmo.

Pude lavar, planchar, cocinar (si se puede decir cocinar a hervir unas papas), y sentarme a escribirles. En verdad no fueron los té, fue el guiso de lentejas que hizo mi mamá el domingo, jajaja. Esa parte del fin de semana no se las conté, después de un sábado de inactividad total, el domingo me fui a Campana donde me recibieron con un regalito muy lindo y comida a la carta.

Mi hermano y la novia prepararon Chop Suey, mi hermana verduras al vapor con croquetas de papa, previo unos mates nos sentamos a almorzar. Almorzamos y siguieron mates con torta que también preparó Sofía, una torta de manzana con crema pastelera que ni les cuento y otra de chocolate con dulce de leche... riquísimas.

Por la noche y como el día venía muy fresco, mi mamá hizo guiso de lentejas (como para un batallón) y de postre peras al vino, imagínense cómo viajé en el Chevallier de vuelta a Buenos Aires, detalle, llegamos a la parada a las 22:08, para los aquí oriundos de Campana, todos sabemos que por los lingotes pasa a las 22:15, pues no, llegamos y en la parada no había gente, solamente un auto que llegó junto con nosotras de otro viejo tomador de Chevallieres, creo que viaja desde antes que yo empezara la facultad, jajaja. Con lo cual, estábamos en lo cierto... 'el colectivo no pasó o pasó más temprano y teníamos que esperar una hora más'.

Evaluamos varias hipótesis para pasar el tiempo, mientras el frío nos entraba por todos lados... mi atuendo era poco invernal (babuchas de modal) salvo por la campera que oportunamente llevé, y un par de guantes que encontré... hacían que no dejara de pensar que me iba a convertir en la fan número uno de Walt Disney. Otro auto, bajaron dos personas, éramos cinco chimeneas, cada vez que abríamos la boca salía humo como si estuvíeramos fumando, o eligiendo al Papa.

A las 23:20 pasó, subimos y cada una tomó un doble asiento que nos permitió dormir hasta que llegamos a Buenos Aires, calculo que me desperté en Cabildo un poco antes de que se haga Santa Fe.

El lunes como para seguir con un ritmo de alta cocina, mejor dicho alta gama de estilos gastronómicos, fuimos con mis compañeros de trabajo a comer a Tulasi - Indian Vegetarian Food, en criollo, comida Indú, con Andrea nos comimos una Katchouri y una Samosa cada una, Iván un plato de Koftas y Fede dos platos de Canelones (sí, este plato se llama igual que los nuestros pero tienen algo llamado Kadhy).

Anoche como para no caer en una comida que no sea elaborada, recalentamos el guiso de Lentejas que nos trajimos en un tapper (quién de Campana no se trae los tappers con la comida de sus madres??, y llevar la ropa para lavar los fines de semana cuándo éramos estudiantes??, en esa época muy pocos tenían lavarropas en sus departamentos de estudiantes), herví las papas y cenamos con un vinito blanco que oportunamente compró Sofi como compensante para Juan y Yani que estuvieron toda la semana preparando una entrega para la facultad.

Cenamos y miramos TV, antes de cenar Dr. House y en la cena RSM (mi programa de cabecera), entre nota y nota, tocaron el tema de las Karpas en el congreso. Primero la Plaza del Amor, ahora el Kamping del Amor... ahora me cierra el por qué de no penalizar la tenencia de marihuana para consumo personal... fue un gran Armemos Uno y en lugar de uno se armaron siete carpas, con plasmas, calefacción, servicio de Katering (entiéndase que a partir de ahora todo lo que tenga que ver con los jóvenes y viejos K, va con K de KK, basta de retener, basta de cadenas nacionales, que tiren la cadena y que se vayan todos por los desagues).

Coparon todo el Congreso y vino la Gran Carpa Verde... a esta altura había tanta yerba dando vuelta que sumada a la yerba mate que traían los de Entrerríos en sus grandes mates, la carpa del campo no podía ser de otro color más que Verde.

Les dije que el verde es mi color preferido??. Seguramente, pero igual se los repito, me encanta el verde, me puse la remera verde para apoyar al campo, cuando era niña mi tía me tejió una boina verde (que no pude encontrar en la mudanza), Caro me tejió un poncho verde, Cintia me regaló accesorios verdes, Mapy y su mamá una taza, una agarradera, una cafetera express, un llavero corazón verde y todo con papeles y cintas verdes, mi hermana Ana Paula un pantalón verde, mi hermana Sofi unos broches verdes, Marian una remera con flores verdes, Gilda una cartera con verde, Sil y Maxi un chaleco verde, Fer un sweater verde, las chicas de Bariloche un short verde... verde, verde, verde... me gusta el verde.

Como habrán podido observar, amo el verde, el aire libre, las montañas, los valles, el campo, los dólares, Green Day, Verde Manzana (existe todavía esa marca??), las botellas verdes, las esmeraldas, las ranas, los árboles, los After Eight y los After Office (mi papá una vez me trajo el reloj grande de lata con muchos After Eight... tampoco lo encontré en la mudanza) , los medallones Suchard de menta con el gatito blanco, la rúcula, Irlanda, los tréboles verdes y la Heineken, todo verde... todo, todo menos los viejos verdes!!.

De niña mi mamá decía que por el color de mi pelo (y seguramente por el blanco de mi piel, jajaja, era casi imposible que tomara un tostado), el verde me quedaba bien, el pelo se me oscureció y llegaron las canas y sin embargo sigo usando el verde, como dicen el verde es el color de la creatividad y la esperanza y la esperanza es lo último que se pierde. Por eso... verde que te quiero verde.

Besos

1 comentario:

blogedit dijo...

jajajaja Viejos Verdes!!! jajajaja
pero mi querida Mariana te falta un verde fundamental, el verde verde, el que no maduró, es decir: el inmaduro, el light que es peor que el cero (y no importa si a la izquierda o a la derecha) el que no se compromete, el que no te contesta haciéndose el misterioso o el superado... Y no te contesta porque no sabe qué decirrrrrr.
Verdes... alimonados... algunos más agrios, indiferentes...
Pero no quiero que cambies de color, mis ojos son verdes y me siento honrada...
Yo ahora veo todo azul mi querida Mariana... y fijate que el azul es profundo... en contraposición con el verde lo veo maduro, que suerte que con el azul al lado y cuando te encuentres en una situación como la del señor del campo que recordaste hace pocos escritos, ya no se me ocurrirá pedir rosas con una autocarta de oportunidad, seguramente soplaremos sobre la nunca del indeciso verde y este entenderá que la histeria, para nosotras, duerme en los arrumbados libros de Freud.
Te abraza,
Adriana.