SIGA EL BAILE...

Llegó el viernes y el frío, despues de una semana primaveral... hoy que me vine primavera verano (pero con botas), volvió el frío.

Luego de un jueves de reencuentro, pues con Andrea nos reencontramos con el Shamrock, con esto que empecé el gimnasio y que la profesora nos dijo 'no tomen alcohol antes de venir...' suspendí mis jueves en el lugar del trebol verde, verde Heineken.

Ante nuestra necesidad de recreación y devertimento optamos por volver, y como estoy más ágil que nunca la opción fue la siguiente, vinimos a la oficina, a las 19:00 nos fuimos camino al Shamrock donde hicimos honor al Happy Hour, nos dió hambre y como no podía ir con la pancita vacía al gym, hicimos un stop en Burger.

Comimos y salí caminando al paso, al trote y al galope, cual... Pequeño Pony, en el camino seguramente me crucé con un par de Hello Kitty y un que otro Pitufo, pero como el paso era ligerito no me detuve ni a mirar las vidrieras.

Llegué a casa, me puse la ropa del gimnasio, se me complicó con las medibacha (les dije que odio usar medibacha...), casi termino enroscada, y no justamente porque la longitud de las mismas sea importante, sino que el material es de difícil manejo por mi persona.

A las 21:10 llegamos a la clase, nos tocó jazz... no me pregunten cómo, pero terminé con un moretón en el brazo que es inexplicable de explicar, los ejercicios de piso eran muy veloces y yo estaba más para la barra del bar que para la del salón de baile. Bailé, elongué y me las tomé.

Debo aclarar que me he convertido en la chica cafiaspirina, yo, la del abrojo en el sillón, será que estoy por cumplir los 33 y que está por llegar el calor y las ropas escuetas, esas que dejan ver la tonicidad de todo tu cu-er-po, que estoy a pleno con los ejercicios, eso sí, que no decaiga la distracción.

Justamente con Andrea decíamos eso al llegar al Shamrock, que lindo que es hacer programa temprano, salir de trabajar, con toda la energía para salir y estar esplédida, porque me he dado cuenta que la trasnoche no es lo mío, el humo, la gente, es muy distinto a una cervecita tempranera.

Besos