viernes, 18 de julio de 2008

GRACIAS... Y FELIZ DIA...

Viernes, hoy iba a escribirles sobre el repentino calor que hace en Buenos Aires, del triunfo del Campo, del voto de Cobos, de la Brújula Dorada y de pongamos a la Bruja en el Ropero... pero no, hoy voy a escribirles de nuestra amistad.

Luego de varios días de mails, mensajes y de la propuesta de Marley (podrían haberme enviado la de Rodrigo Guirao Díaz), pero no me enviaron la de Marley y tuve que elegir entre él y mis amigas... como les decía, luego de toda esa cadena de invitaciones y definiciones de día, hora, lugar... decidí irme a la Polinesia, jajaja.

Esto de festejar la amistad en un solo día no alcanza, no es suficiente, a lo largo de la vida uno va conociendo gente y va sumando afectos, afectos que se van transformando en amistades, amistades que nos acompañan y nos nutren.

Por eso en este día tan especial, quiero darles las gracias por estar presentes. No quiero ponerme melanco, pero siempre es bueno agradecer y decir un te quiero, un gracias y un por siempre.

Gracias, al que juntaba conmigo los tréboles de flores rosas en el jardín de infantes, a las del elástico en la primaria, a los del tiempo completo del secundario, a las amigas de mis amigas que me hicieron el aguante en salidas porque nuestras amigas en común se habían puesto de novias y no salían porque estaban con sus novios.

Gracias, a los mates, las cervecitas, los tererés y los llamados al 0600-sirix de la facultad, gracias por las horas, los días y las noches de estudios y risas, al huecograbado de la calle Ayacucho, a las que nos hicieron de promotoras para la entrega de Nomina Underweare. A los que fuimos al Tigre donde Don Próspero y nos llegó el agua a la ventana.

Gracias, a aquel amigo que nos brindó la amistad de sus amigos y dejaron de hablar de fútbol y minas para integrarnos, y gracias por demostrarnos que los hombres pueden llegar a ser más chusmas y criticones que nosotras, jajaja, gracias.

Gracias, a las chicas de Campana que están siempre y me apoyaron y me vinieron a visitar en mi estadía en Bariloche. Gracias por acompañarme siempre y por ser merecedoras del premio a la trayectoria.

Gracias, al que me dijo 'te hice fuerte', después de romperme el corazón y con el pasar del tiempo, le digo gracias porque ahora somos amigos. Y por demostrarme que la amistad entre el hombre y la mujer es posible así se haya atravesado la línea delgada de los beneficios.

Gracias, a las chicas de Buenos Aires que me hacen el aguante y no se ofenden si no voy un jueves de casadas... porque me voy de solteras. Gracias por entender mis venidas de paso por Buenos Aires, cual visita de médico porque me quedaba en Campana cada vez que venía de Bariloche.

Gracias, a los de Bariloche, a ellas y a ellos, por haberme recibido como me recibieron, por haberme dado la oportunidad de sentirme parte itinerante de su entorno, jajaja. Gracias por ser mi familia sureña.

Gracias, a aquella amiga que me enseñó que no podemos esperar que el otro reaccione de la misma manera que uno frente a una misma situación. Gracias por su incondicionalidad, por ser tan diferente y tan igual.

Gracias, a aquel amigo que no me puso en su mesita de luz.

Gracias, a quellos amigos que me albegaron en sus casas y me hicieron sentir miembro de sus familias. Gracias por escucharme, por contenerme y por alentarme.

Gracias, a los del trabajo, a los de todos mis trabajos, siempre tuve una mano amiga, cómplice y divertida en cada uno de mis trabajos, alguien de quien aprender y compartir buenos momentos, por los mates, los cafés, los almuerzos y en más de una opotunidad las cenas... tengo muchos recuerdos buenos y estresantes, jajaja.

Gracias, a los de la vida, esos que se fueron cruzando por casualidad o no, pero que hoy están y me hacen feliz.

Gracias, a mi familia que son mis primeros amigos, a mis hermanos por las tardes en el árbol llenos de recina, a la venta de flores del jardín de mi papá, a la complicidad en las travesuras, a las tardes jugando a las muñecas, a la pesca de zapatos desde la cabina del gas, a las escondidas cuando venían a vacunarnos, jajaja. A mi mamá que nos esperaba despierta cuando volvíamos de bailar y nos preguntaba 'quién estaba??', 'bailaste??', entre mate y mate para no perderse de nada. A mi papá por la carta que me escribió cuando me dejó mi primer novio.

Gracias, a mis abuelos por despertarnos en las mañanas para ir al colegio, por el 'Periquita, tomate este Nesquik', por las galletitas y las comidas alternativas que me hacía mi abuela cuando no me gustaba lo que había para comer... vi me viera ahora...

Gracias, a los compañeros de emociones, a los que arman programas pensando en que todos la pasemos bien. Gracias a los que reunirse pasa simplemente por juntarnos a ver una peli sin pienso, unos mates y mucho, mucho para hablar.

Gracias, a los que hicieron que un deporte sea algo divertido y disfrutable para mí. Gracias por los días de paseos, de cerro, de campamento, de viajes cortos e intensos, de picnics, de caminatas.

Gracias, a los que tanto me ayudaron con las mudanzas, a los que me soportaron en mis momentos de ira, de euforia, de silencio, de sobredosis de palabras, mis mañas, a los que saben que cuando no hablo es porque no quiero hablar, a los que cuentan conmigo para compartir sus emociones, sus alegrías, sus tristezas y sus triunfos.

Gracias, gracias, y mil gracias a los que están cerca, a los que están lejos, a los que ya no están y a los que siempre estarán en mi corazón.

A todos ustedes... GRACIAS TOTALES!!.

Los quiero mucho,
Besos

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