EL SOLO...

Viernes, que alegría, a prepararse para el fin de semana. Acá el frío no da respiro, de hecho se te congela la respiración, es como si todos fuéramos un freezer y no lo digo por la falta de cintura ni la blancura propia de la estación.

Esto puede ser una estrategia de conquista, pues si alguien te besa en estas condiciones bajo cero, seguramente se quedará pegado al igual que cuando comíamos el helado torpedo de limón en nuestra niñez.

El frío te obliga a ser simpático, tengo la sonrisa dibujada en el rostro desde que salí de casa, hay que tenerlo en cuenta, la primera expresión de tu cara al salir al exterior, esa, te queda petrificada por largo tiempo hasta que volvés a templarte, con lo cual, mejor que sonrían como para la foto, que no hay nada más lindo que ver a la gente feliz.

Alguna vez se preguntaron, qué le estará pasando a esta persona, por alguien que te cruzaste, en las corridas, y las idas y venidas?, se detienen a observar a la gente que pasa enfrente nuestro, en la calle, en el cole, en el súper?... no se si será que me convertí en una mirona pero cuando voy por la calle Santa Fé camino de vuelta a mi casa, miro a todos los que vienen de frente y según la expresión de sus rostros me digo, hoy tuvo un buen día, a este lo dejaron plantado, esta mina está embarazada y se acaba de enterar.

Miles de historias surgen de nuestras posturas, nuestro cuerpo habla más que nuestra boca. Todo comunica. Justamente ayer en el after de todos los jueves, me encontraba con Bren y Andrea, nos tomamos unas cervezas de pié (porque no había mesa) y dele hablar... es impresionante la capacidad para hablar que tenemos, siempre hay tema de conversación.

Uno de los tópicos fue EL SOLO, y no el solo musical, junto a nosotras había un 'señor' muy bien parecido, cuando digo señor no me refiero a un rango etario específico, sino a su condición de aceptabilidad. Ya no somos unas niñas, mucho menos adolescentes, aceptémoslo... estamos grandes.

Producto de esta observación, dejamos de cotorrear y comenzamos a visualizar nuestro entorno y nos encontramos que no había un solo SOLO, sino que varios estaban en su condición, muchos solos con onda y sí, definitivamente tenés que tener onda para estar solo en un bar y no impacientarte por la no llegada de tus amigos, lo llevaron con altura, jajaja.

Pero volvamos al SOLO principal, creo que lo ojeamos y tuvo que marcharse, lamentablemente para nosotras porque era un buen blanco para practicar arquerismo.

Volvimos a nuestra terapia dialogativa propia de las mujeres que se encuentran en un bar y finalmente decidimos pegar la retirada, y fue ahí que nos interceptó un NO SOLO, un señor con mucha actitud, más que un señor podríamos decir que era el hijo de un señor, pues su edad no superaba los veintitantos, acudió al manual de cómo no pifiarle y entrar en buen diálogo y cargó sus palabras de mucha onda, recurrió al recurso de que todas parecíamos de veinti cortos y conquistó nuestra atención.

Luego de varias risas dimes y diretes, luego de preguntarnos a qué nos dedicábamos... un tierno pensó que estaba en edad estudiantil, chicas créanme salir con un cuaderno en la mano... eso está hot (le voy a pasar el dato a Valeria Massa), luego de aclararle que lo mío es la publicidad me dice que él es ingeniero agrónomo, nuevamente el campo, no deja de ser noticia y copar los titulares.

Como buena onda que soy y para fomentar el espíritu de equipo y para no ser menos que nuestra presidenta, a modo de retención, le retuve su tarjeta personal, dudo volver a verlo, pero se quedó contento, un ganador frente a sus amigos que no quitaban la vista de nosotras... y nosotras las simpáticas y copadas del bar.

Además... cuántas veces nos han dicho dame tu teléfono y jamás nos han llamado, pero el sólo hecho de que te pidan el teléfono te puso contenta, por lo menos hasta que caíste en la cuenta que el te llamo, nos vemos... es lo peor que te pueden decir, porque fija que nunca lo volvés a ver en tu vida.

Por eso y por mucho más, nunca hay que ponerle cara hostil a la vida y mucho menos a los señores que si bien pueden o no responder al perfil buscado, pueden tener un señor amigo, un hijo, o un señor compañero de trabajo que sea el indicado. Y recuerden, lo cortés no quita lo valiente.

Se hizo largo el relato y la nueva aventura del 152 la dejo para el próximo, les adelanto... el Before Office se pone a pleno en el 152. Ayer la bufanza roja, hoy '90 por favor'.

Besos